Los ministros de empleo de los 28 han llegado a un acuerdo para controlar mejor las condiciones laborales de los trabajadores desplazados dentro de la UE. La normativa europea deja vacíos que las empresas aprovechan para contratar más barato.
El acuerdo es mucho menos ambicioso de lo que deseaban países como Francia, Bélgica u Holanda, preocupados por el dumping social. Querían que la empresa principal respondiera por todas las subcontratadas, pero no lo han conseguido.
El acuerdo proporcionará más facilidades para poder multar a una empresa por sus actividades en otro país europeo. Se definirá más claramente en qué casos se permite desplazar trabajadores de un país a otro. Y los 28 se comprometen a una mayor cooperación entre administraciones.
Ahora se abre la negociación con el Parlamento Europeo.