El expresidente sudafricano y premio Nobel de la Paz, Nelson Mandela, falleció anoche a los 95 años, tras una larga convalecencia por una infección pulmonar.
Miles de personas rinden tributo al héroe de la lucha contra el apartheid junto a la casa de Madiba, en Johannesburgo.
“Es un día triste para Sudáfrica. Tengo que decir que, realmente, hemos perdido a un gran modelo a seguir. Pero creo que lo más grande es su legado. Y éste perdurará”, dice una mujer.
“Pasó 27 años en prisión sólo para mostrar a la gente de Sudáfrica lo que significa la libertad”, señala un hombre.
“Es un día muy triste. Hemos tenido la suerte de vivir en un lugar en el que ha habido un gran hombre, compasivo y con una capacidad enorme para perdonar”, destaca otro sudafricano.
El premio Nobel de la Paz y arzobispo emérito de Ciudad del Cabo, Desmond Tutu, ha oficiado una misa en la catedral de San Jorge en memoria de Madiba.
La prensa local también ha homenajeado al padre de la nación sudafricana. En las portadas, un unánime y sentido adiós al que llaman “profeta de la paz” o “coloso político” de nuestro tiempo.
