El vehículo transportaba equipo médico en desuso con el isótopo radiactivo cobalto-60. Han aparecido el cabezal y la fuente radiactiva, a un kilómetro de distancia. El cabezal estaba abierto.
Mardonio Jiménez Rojas, supervisor del Centro de Seguridad Nuclear de México, explica que solamente si por “inadvertencia o deliberadamente se abre el cabezal existe un riesgo muy grave”
El lugar donde se han encontrado es una zona despoblada, con lo que se descarta un riesgo mayor, pero sí existe para los ladrones, que si no llevaban protección, probablemente hayan sido expuestos a una radiación mortal. En estos momentos se desconoce si la fuente radiactiva estaba intacta. En el peor de los escenarios, el Cobalto-60 puede ser utilizado como explosivo para hacer las llamadas “bombas sucias”