Mientras en Vilna se consumaba el “no” del gobierno ucraniano, en Kiev, la capital ucraniana, salían a la calles miles de manifestantes proeuropeos.
A primera hora de la tarde en algunos puntos de la Plaza de la Independencia, la policía les hacía la competencia en número y hasta algún líder de la oposición era retirado del lugar a la fuerza.
Y contra la negativa en Vilna, se ha formado una cadena humana con la que los manifestantes han querido simbolizar sus vínculos con Europa.
“Queremos mostrar lo que queremos y lo que pensamos acerca de las decisiones del gobierno”, decía uno de los integrantes.
Pero muy cerca de allí, en la Plaza Europa, y también en otros puntos mayoritariamente al este del país, también han salido a la calle quienes creen que su presidente Yanukovich ha hecho una buena jugada política, pidiendo más dinero y tiempo para calibrar pros y contras en las dos cartas que tiene el país. Aseguran, no sentirse antieuropeos:
“No firmamos el acuerdo con la Unión Europea , pero sin embargo, compartimos algunos puntos”, dice un partidario del gobierno.
Kiev cifra en 160.000 millones de dólares el monto necesario sólo para homologar la legislación ucraniana a la europea. Además Rusia presiona con el gas y las importacines a su ex república.
Angelina Kariakina, corresponsal de Euronews:
“Aunque la cumbre está cerrada los manifestantes de ambos bandos no parecen ansiosos por desmovilizarse. Sobre todo los que quieren una firma con la UE, que pretenden seguir en la calle y piden sin tapujos la dimisión de su presidente”.