Algunos astrónomos de la NASA consideran que al menos un núcleo del cometa permanecería intacto. Las primeras observaciones hicieron pensar que el ISON, una gran bola de hielo y roca llegada de los confines del sistema solar, no había sobrevivido a las altas temperaturas del Sol. Pero los análisis posteriores de la Agencia Espacial Europea y el Observatorio Solar y Heliosférico de la NASA muestran cómo una masa brillante emerge del disco solar.
Aún es pronto para afirmar si el cometa ISON está entero o fragmentado, y si ofrecerá el espectáculo visual esperado.