Estados Unidos recuerda a John F. Kennedy, cuando se cumple medio siglo de su asesinato.
En Dallas, donde fue tiroteado, miles de personas desafiaron al frío y la lluvia para rendir tributo al que es considerado por los estadounidenses como el mejor presidente de la historia del país.
La ciudad texana, que ha necesitado 50 años para reconciliarse con la historia y romper públicamente con el estigma que la acompaña, cuenta con un nuevo monumento, con parte del discurso que Kennedy nunca llegó a pronunciar.
“Nosotros, el pueblo de Dallas, honramos la vida, la herencia y el liderazgo del hombre que nos instó a no pensar en nuestro propio interés, sino en el de nuestros países”, dijo el alcalde de Dallas, Mike Rawlings.
Los familiares de Kennedy le recordaron en una austera ceremonia en el cementerio militar de Arlington, a las afueras de Washington.
Nacido en una influyente familia de ascendencia irlandesa, JFK se convirtió en 1960 en el primer presidente católico de Estados Unidos y el segundo más joven. Tres años después, con 46 años, se convertía en el presidente que moría más joven y en el cuarto en ser asesinado.
