La joven activista pakistaní, que casi muere a manos de los talibanes por defender el derecho de las niñas a la educación, ha recibido hoy en Estrasburgo el prestigioso galardón que cada año concede el Parlamento Europeo.
El encargado de entregar el premio, el presidente de la Eurocámara Martin Schulz, ha dicho que Malala ha dado esperanza en todo el mundo.
“Dedico este prestigioso premio a los héroes sin nombre de Pakistán y a todos los que luchan por los derechos y las libertades. Estoy segura de que con nuestra unidad y determinación podemos alcanzar nuestros objetivos y ayudar a los cincuenta y siete millones de niños que nos necesitan. Esos niños no quieren una Playstation, ni un iPhone, ni chocolate, tan solo quieren un libro y un bolígrafo. Muchas gracias”, decía tras recibir el galardón.
Con tan solo 16 años, Malala se ha convertido en un símbolo de la lucha contra el fanatismo religioso y en un icono global por el derecho a la educación.