Los empleados aceptaron el domingo el acuerdo. A cambio de que no se ejecuten los más de 1000 despidos previstos, toda la plantilla acepta someterse a un Expediente de Regulación Temporal de Empleo de 45 días y salarios congelados hasta 2017.
El acuerdo pone fin a un litigio que ha colocado en el centro de la polémica a la alcaldesa Ana Botella y ha saltado a la prensa internacional con la capital sumergida en un mar de basura El Ayuntamiento contrató el viernes a trabajadores temporales para que asumieran los servicios mínimos que, según el consistorio de la capital española, no se respetaron durante la huelga.