Eurostat confirma que la inflación en la eurozona se situó en octubre en su nivel más bajo en cuatro años. Motivo por el cual el Banco Central Europeo decidió la semana pasada reducir el tipo de interés a un mínimo histórico del 0,25 por ciento ante el riesgo de deflación. En su segunda y definitiva estimación, la oficina de estadísticas Eurostat deja intacta la inflación el mes pasado en el 0,7 por ciento, cuatro décimas menos que en septiembre.
El descenso ha sido paulatino en los últimos meses, desde el 1,6 de julio. El BCE se fija como objetivo una inflación por debajo pero cercana al dos por ciento. En octubre de 2012, aun estaba en el dos y medio.
De hecho, los países de la moneda única no bajaban del uno por ciento desde principios de 2010. Signo de que la salida de la recesión se encuentra con un consumo fuertemente deprimido por las elevadas tasas de paro.
En este sentido, Grecia ya se halla en deflación así como Irlanda y Chipre. España lo bordea. Y, en el conjunto de la Unión Europea, el Reino Unido es una de las raras excepciones con más del dos por ciento de inflación.
