El expresidente alemán Christian Wulff se sienta en el banquillo de los acusados.
Este jueves se ha abierto el proceso en Hanover en el que está acusado de tráfico de influencias donde se tratará de determinar si un amigo productor de cine le pagó la cuenta de un hotel y su estancia en la fiesta de la cerveza de Múnich, todo ello por valor de 700 euros.
Wulff dimitió en febrero de 2012 y fue acusado, fundamentalmente en la prensa, de otros cargos mancharon su reputación. Como por ejemplo de un supuesto préstamo que recibió en condiciones muy favorables mientras era presidente del land de Baja Sajonia.
La justicia ha desestimado todas esas acusaciones.