La tormenta Haiyan tocó tierra anoche con ráfagas de viento superiores a los 300 kilómetros por hora. Al menos 3 personas han muerto y más de un millón han sido evacuadas. Los efectos del super tifón, que avanza a una velocidad de 40 kilómetros por hora, han sido catastróficos en muchas zonas costeras. Tras su paso, numerosas aldeas permanecen incomunicadas.
“Vi olas gigantescas e inmediatamente les dije a mis vecinos que huyeran. Pensamos que era un tsunami”, relata un filipino.
Trece provincias se encuentran en alerta roja por el paso del tifón, que ha causado importantes cortes eléctricos, ha obligado a cerrar aeropuertos y a suspender las clases.
Haiyan, considerado como uno de los peores tifones de la historia, podría haber dejado cerca de ocho millones de damnificados.
Se espera que el super tifón abandone Filipinas el sábado por la mañana. China y Vietnam se preparan ya para su llegada, prevista para este fin de semana.