Nuestro mundo es a veces tan complejo e irregular que nuestro cerebro nos ayuda logrando buscar en esas irregularidades algunos señales que nos permitan confiar y estabilizar una realidad. Bajo ese engaño, nuestro cerebro nos hace confiar en aquellas personas que dan una imagen de estabilidad (El Medico y su bata blanca, por ejemplo). Por lo tanto, confiamos ciegamente en lo que nos dice sin preocuparnos qué nos dice. A eso le llamamos "la falacia del experto". ¿Cuánto de este recurso veremos en la próxima campaña política?