Rebecca Stone está haciendo estudios universitarios de Biología por la Universidad de Georgetown sin poner un pie en la Facultad. Todas sus clases son por Internet.
“Esta es mi aula para la clase de Psicología. Mi instructor pone toda la información en esta página.”
Un foro le sirve de aula virtual y los deberes los presenta en línea. Los cursos son abiertos y gratuitos, pero además tienen otra ventaja:
“La flexibilidad. Yo quería retomar estudios en una Universidad tradicional, pero mis horarios de trabajo no me lo permitían.”
Este profesor universitario enseña desde su despacho ante dos cámaras y responde a las preguntas de sus alumnos. Su clase tiene 30.000 estudiantes que siguen por Internet su curso de Economía.
El profesor Theodore Moran de la Universidad de Georgetown admite las ventajas de este sistema de e-learning:
“Al principio era muy escéptico, pero creo que las posibilidades se han ampliado. Ahora se puede crear un foro de diálogo y plantear preguntas.”
Su clase es un Curso Masivo Abierto Online, un MOOC por sus siglas en inglés. Un sistema de cursos en línea donde puede inscribirse gente de todo el mundo en un solo espacio virtual.
Rosaelena O’Neal dirige unos de estos cursos masivos en la Universidad de Georgetown:
“Aquí hay un nuevo alumno de Uzbekistán, China, y también tenemos alguien en Kenia.”
Documentos, información y un trabajo gestionado por Internet.
“No creo que vayamos a prescindir del papel del maestro. Se trata de llegar a gente que no podría estudiar de otra manera.”
La Universidad de Harvard y el Instituto Universitario de Massachusetts comparten esta tendencia. Abiertos e interactivos la vocación de estos cursos es la de llegar a millones de personas
