Tras una reunión extraordinaria en el Elíseo, el ministro de Exteriores francés, Laurent Fabius, ha anunciado que se incrementará la seguridad en la región en la que este sábado, dos periodistas de RFI fueron asesinados.
Pocos detalles más han trascendido sobre la muerte de Ghislaine Dupont y Claude Verlon.
Sobre el mediodía fueron secuestrados por un pequeño comando de 4 hombres. Sus cuerpos fueron encontrados a las afueras de la ciudad de Kidal, a pocos metros de su coche, un todoterreno que no sufrió impactos y cuyas puertas estaban cerradas.
“Es un crimen contra unas personas que fueron asesinadas a sangre fría, en unas circunstancias odiosas. Pero es también un crimen contra la libertad de informar y ser informado.”, ha dicho Fabius.
Francia, junto a varios países africanos, dirigió a principios de año una intervención armada en el
norte de Mali para frenar el progresivo control de la zona por parte de grupos armados como los tuareg del Movimiento Nacional para la Liberación del Azawad (MNLA) o islamistas como Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI).
Ningún grupo ha reivindicado aún los hechos.
Precísamente, este viernes habían comenzado las negociaciones de paz en Bamako para acabar con 22 meses de conflicto.
“Hay una rama radical, que no tiene una reivindicación concreta, y que trata de poner trabas a este proceso. Por eso creemos importante que esta rama debe ser contundentemente aplacada por la comunidad internacional”, ha dicho el ministro de Defensa de Mali, Soumeylou Boubèye.
Los dos periodistas fueron capturados tras una entrevista con un líder independentista tuareg del MNLA.
El gobierno maliense ya ha dejado claro a esta organización independentista, mayoritariamente tuareg, que está dispuesto a ofrecer más autonomía pero descarta que se vaya a negociar la independencia.