Las autoridades chinas han detenido a cinco sospechosos de participar en el ataque ocurrido el lunes en la plaza Tiananmen de Pekín y reconocido por primera vez que fue un “atentado terrorista organizado”. La policía buscaba a ocho personas, en su mayoría de la etnia uigur y procedentes de Xinjiang, una región en el noreste chino en la que operan grupos separatistas.
El lunes pasado, un todoterreno con matrícula de Xinjiang invadió una zona peatonal y arrolló a turistas y policías antes de incendiarse a las puertas de la Ciudad Prohibida, debajo del famoso retrato de Mao. Murieron 5 personas, incluidos los 3 ocupantes del todoterreno, y 38 resultaron heridas. El ataque ocurrió una semana antes del cónclave del Partido Comunista.
Pekín, que hasta ahora calificaba de “accidente” el ataque, ha ordenado un gran despliegue policial e impuesto una férrea censura en internet.