En un clima enrarecido y rodeados de enormes medidas de seguridad tras los disturbios raciales del domingo, los musulmanes de Moscú han celebrado este martes el Aid, la fiesta del sacrificio. Ante la principal mezquita de la capital rusa, donde se congregaron unos 60.000 fieles, la policía instaló detectores de metal y controles de seguridad. "No, yo no siento ninguna hostilidad. Los distu...
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