Madrid, 14 oct (EFE).- Hace ya veinte años que el teatro Beatriz convirtió su p" /> Madrid, 14 oct (EFE).- Hace ya veinte años que el teatro Beatriz convirtió su p"/>

El Teatriz sube el telón con un nuevo escenario y una "obra" de cuatro actos

2013-10-08 43

Mònica Faro.
Madrid, 14 oct (EFE).- Hace ya veinte años que el teatro Beatriz convirtió su patio de butacas en un restaurante, el Teatriz, pero ahora vuelve a subir el telón con una remodelación de su espacio, convertido en un escenario gastronómico donde confluyen cuatro actos en forma de propuestas culinarias.
Para celebrar sus dos décadas de vida, Teatriz ha ampliado su oferta y suma a su restaurante, muy popular en la capital desde sus inicios, un bar de tapas, una barra de sushi y una coctelería que pretenden crear un "multiespacio gastronómico y social" y responder a una demanda variada en gustos, horarios y bolsillos.
"Salimos a escena con una nueva propuesta, una nueva ambientación y algo que tiene mucho de espectáculo", ha explicado a Efe el chef ejecutivo del Teatriz (Grupo Vips), Carlos Núñez, pupilo de Martin Berasategui e ideólogo del libreto de esta representación.
Ha cambiado la carta del restaurante "de arriba a abajo" con el objetivo de poner "la materia prima en la punta de la pirámide, con recetas construidas a partir del ingrediente principal", según sus palabras, que definen la filosofía del Teatriz como "una cocina global con productos locales y de temporada".
En ese patio de butacas, con techos infinitos, y en el que pueden verse las cuerdas de los decorados que algún día vestían el escenario del teatro, pueden ahora degustarse platos como unas anchoas del Cantábrico a la brasa con escalibada o una merluza con un toque de wasabi.
Platos que pueden combinarse con una variedad de unos 50 trabajados cócteles, mezclados con alcohol o sin él, que se preparan en el escenario.
Tablas que en 1933 acogieron el estreno de "Bodas de Sangre", de Federico García Lorca, y que ahora sostienen una barra de más de ocho metros donde se preparan simultáneamente sushi y cócteles, fruto de una fusión entre los restaurantes Kabuki (Estrella Michelín) y Sudestada bautizada Kirei.
En este lugar los comensales tienen la sensación de asistir a un espectáculo y los trabajadores se sienten observados, o así lo cree Pablo Giudice, barman jefe de Kirei.
"Es un lugar donde mucha gente te mira todo el tiempo, y además tratamos de hacer ciertas actuaciones detrás de la barra, para que todo sea un poco más vistoso", ha explicado.
Mezclar cócteles con sushi parece una idea explosiva, y la acogida "ha sido muy buena", según Giudice, porque "cada uno de los comensales puede personalizar su propia combinación".
De algún modo Kirei es un espectáculo para el restaurante de la platea, que a su vez puede verse desde los palcos. Un salón exclusivo con sofás y butacas confortables, mesas bajas y música, donde "desconectar después del trabajo", según los creadores.
La propuesta se completa con un bar de tapas -quizá la estancia más accesible para el bolsillo- que reinventa recetas de toda la cocina española como el "pulpo a feira" gallego, que se convierte en un "pulpo a la parrilla con 'trinxat' de patata y curry rojo".
Cuatro actos para una obra versátil que aprovecha cada rincón de este histórico espacio madrileño -diseñado hace veinte años por Javier Mariscal- y tiene como objetivo el paladar, sin olvidar que un día fue concebido para el espectáculo. EFE