Muchos científicos, desde Charles Darwin, han pensado que la adaptación al medio ambiente de la pradera tuvo una influencia profunda en el curso de la evolución humana. Esta idea ha permanecido bien afianzada, aún con el reconocimiento reciente de que el surgimiento de los homínidos tuvo lugar en un entorno boscoso y que el medio ambiente africano del pasado experimentó grandes fluctuaciones en respuesta a oscilaciones climáticas de corto plazo. Durante el crítico período que va desde hace tres millones de años hasta hace un millón y medio, el inicio de la tecnología lítica y otros desarrollos tecnológicos o evolutivos estuvieron vinculados con entornos cada vez más abiertos en África.