Estamos en el sprint final de las elecciones alemanas. Ningún partido ha sabido dar en el clavo con los temas que puedan motivar realmente a los votantes. Al parecer nadie siente urgencia de un cambio de gobierno. Más de 17 millones de espectadores siguieron el debate televisivo entre la canciller Angela Merkel y el candidato socialdemócrata Peer Steinbrück que terminó sin nungún claro ganador.