San Petersburgo (Rusia), 5 sep (EFE).- La cumbre anual de los líderes del G20 comenzó hoy en la ciudad rusa de San Petersburgo dominada por la inquietante posibilidad de un ataque militar aliado contra Siria que, a tenor de distintas declaraciones, rechazan la mayoría de ellos sin un aval de la ONU.
Aunque el presidente de EEUU, Barack Obama, aterrizó hoy en la antigua capital zarista con la intención de presionar y convencer a sus aliados occidentales de la necesidad de una intervención de castigo contra el régimen de Damasco, a lo largo de la primera jornada de la reunión se escucharon numerosos llamamientos a una solución política.
"Una clara mayoría (de los líderes) se muestra a favor de una solución del problema sirio por medios pacíficos", dijo a los periodistas Serguéi Ivanov, jefe de gabinete del presidente ruso, Vladímir Putin, después de la primera sesión de trabajo.
El conflicto en Siria, tras los últimos acontecimientos desde que EEUU y Occidente acusaran al régimen