Pamplona (España), 15 jul (EFE).- La plaza del Ayuntamiento de Pamplona (norte) ha vivido esta medianoche una de sus tradiciones más emotivas, el canto del "Pobre de mí" con el que finalizaron los sanfermines 2013 y con el que su alcalde, Enrique Maya, emplazó a comenzar las nuevas fiestas dentro de un año.
Con puntualidad, pese a que se había especulado con la posibilidad de que el acto tuviera lugar 18 minutos más tarde para "recuperar" el retraso con el que se lanzó este año el chupinazo, Maya salió al balcón de la Casa Consistorial y se dirigió a una abarrotada plaza, donde el gentío portaba velas encendidas.
Se trata, en un tono entre festivo e irónico, de evidenciar el luto y la pena con que los pamploneses acogen el final de unas fiestas que durante 9 días cambian por completo la fisonomía de la ciudad e incluso el carácter de sus gentes, que esta medianoche cantaron al unísono la conocida canción que da nombre al acto: "Pobre de mí, pobre de mí, que se han 'acabao' las Fie