La terapia cognitiva-conductual (TCC) es una categoría de tratamientos psicológicos utilizados con éxito para los trastornos obsesivo-compulsivos. Esta terapia es la mejor forma de reducir permanentemente los síntomas del TOC. Está estudiado científicamente y muestra que realmente puede cambiar la actividad en el cerebro de una persona. El objetivo de la TCC es doble: cambiar pensamientos y a la vez comportamientos. La parte cognitiva incluye la identificación y análisis de los pensamientos irracionales, permitiendo afrontarlos. Por lo que hace a la parte del pensamiento, el terapeuta y el paciente trabajan unidos para cambiar los comportamientos compulsivos. Ello incluye técnicas como Exposición y Prevención de Respuestas, también denominado Exposición y Prevención Ritual. La exposición y prevención de respuesta o ritual tiene éxito de un 75 a 80% en cuanto a reducir los síntomas, haciendo el tratamiento más efectivo para el TOC.