Soy fatalista, porque creo que toda forma de gobierno fracasará. Mi única esperanza real es el reino mesiánico de Jesús, durante el tiempo la humanidad está probando diferentes formas de gobierno, tentando encontrar una salida. Si la democracia es el camino hacia un mundo mejor, los griegos habrían vivido en la antiguedad una democracia y no la tenerian abandonado. La multitud no es confiable. Ahora, en Brasil, que han aprendido a salir a la calle y exigir sus voluntad, así el gobierno a través de la violencia es rehén de sus caprichos.
