Alejandro Sanz volvió a su tierra natal para conquistar 14.000 corazones ansiosos de la música de ayer y de hoy del madrileño. Tanto en los nuevos temas de 'La música no se toca' como en los que ya son un himno el cantante puso el alma y sus fans se lo recompensaron coreando sin parar unas canciones que una vez más hicieron vibrar el recinto.