Un retrato de Simón Bolívar y una estatua de José Gregorio Hernández, son los regalos que el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, entregó al papa Francisco, durante su visita al Vaticano. La reunión tuvo lugar en la biblioteca privada del papa y duró treinta minutos, Maduro pidió la canonización de Hernández; la conversación giró en torno al reconocimiento que recibió Venezuela de la agencia de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) por haber disminuido el hambre, también sobre la lucha contra la pobreza, el crimen organizado y el narcotráfico. teleSUR
