El ganadero de Siruela (Badajoz) acusado por el envenanamiento de aves protegidas deberá pagar una indemnización de 30.000€ y ha sido condenado a 18 meses de cárcel y tres años de inhabilitación profesional. Carlos Cano, técnico del Área de Conservación de Especies de WWF, asociación que se ha personado como acusación en este caso, cree que es una "sanción ejemplarizante" y un "aviso" a otros ganaderos.