Todo el mundo tienes miles de pensamientos absurdos al día, eso no es extraño ni anormal. Es normal que tengamos pensamientos absurdos, ahí no está el problema, el problema es lo que hacemos cuando esos pensamentos han llegado; en vez de descartarlos en dos segundos, como pensamentos abusurdos que son, nos los creemos, nos sentimos culpables por tenerlos y sufrimos por ello.
La cuestión es aprender a darles el tratamiento adecuado en dos segundos (enviarlos a la papelera de nuestro cerebro y después vaciar la papelera). Cuando se aprende a hacer eso, el TOC ya es historia.