El canal francés Metèo hizo saltar todas las alarmas el pasado 25 de mayo al anunciar que existe un 70% de posibilidades de que vivamos el verano más frío desde 1816. Según Metèo el largo y tardío invierno que hemos experimentado podría haber enfriado los mares, factor que sumado a la baja intensidad de la actividad solar en los últimos meses podría dar como consecuencia un año sin verano. Los expertos sin embargo tienen una opinión diferente. Según Euskalmet los modelos de previsión estacionales o a largo plazo suelen tener un índice de acierto bastante bajo